Hablamos con Eduardo Lindes.



¿Qué ha pasado con Plástica? Ahora resulta que os trasladais al papel, ¿estais locos?
Más que locos a secas, somos idealistas locos. Nos encanta la tecnología pero hemos tenido que renunciar a ella momentáneamente para provocar el cambio que buscamos en la industria musical, hacer que el músico independiente tenga su oportunidad siempre, no solo cuando a los grandes medios les quede un hueco que rellenar, y eso pasa por convertir a Plástica en papel y hacer que llegue a las manos de todo el mundo que tenga un peso cultural, siempre muy lejos del ruido de internet, que de tanta información que genera no hacemos más que estar desinformados. Es necesario abrirle los ojos a la gente y hacerle saber que la vida no es un McDonalds (que sería la discográfica) y que por lo tanto no sólo deben comer hamburguesas ideadas por departamentos de marketing y ventas, sino que el mundo está lleno de colores, olores y sabores, y entre todo eso, cada cual debe elegir lo que quiera, es necesario que el público sepa ver las diferencias. Y eso en Internet ya no se puede enseñar o percibir fácilmente. Demasiado ruido e información sin contrastar, hay que dar un paso atrás, coger aire, y seguir por otro camino. Eso sí, si tienes la motivación de investigar, Internet es magnífico para luego meditar e intentar procesar lo que has encontrado.



¿Actualmente quiénes están trabajando en esta nueva etapa del proyecto y qué papel desempeña cada uno?
¡Buf! Somos muchos y no quiero citar a nadie porque seguro que me dejaré a gente. Somos tantos como ciudades o países en los que Plástica tiene presencia, de otra forma todo esto no podría ser posible. Pero si me preguntas quienes son las cabezas más visibles, pues te diré que somos Ricardo Cavolo y yo. Él desde Madrid y yo desde Londres. El papel de Ricardo es ofrecer seguridad al equipo, una visión amplia y sin complejos del panorama musical pero siempre con muy buen criterio, porque por supuesto opinamos que no todo vale, sobretodo si quieres premiar la innovación a distintos niveles. Pero él ofrece siempre el mismo trato tanto al afamado como al anónimo y eso no es nada fácil. Además de eso, aporta todo su conocimiento y gusto estético como ilustrador que es. Y por otro lado, yo hago todo lo contrario. Regaño al equipo si algo no llega a tiempo, les vigilo por las noches, contesto entrevistas... ¡Es broma! Dirijo la publicación y su desarrollo, entre otras cosas la decisión de tomar este cambio de rumbo es totalmente mía, ¡llámame estratega!



¿Creeis que el crowdfunding se va a convertir en la principal vía de financiación de las propuestas artísticas?
¡Espero que no! Aunque es un método muy eficaz para ello, si se normalizara como "la opción" dejarías a la intemperie a otros tantos artistas de nuevo, a los más débiles de esa hipotética situación. Estaríamos en las mismas -"No sólo de pan vive el hombre"-. Espero que el crowdfunding se convierta en la principal vía de financiación de proyectos empresariales novedosos y estables como ya pasa en otros países porque eso demostrará un cambio de conciencia en la sociedad, pero aún así el crowdfunding no debe ser la única vía. El mecenazgo es un complemento idóneo para obtener parte de la financiación que necesitas pero no servirá de nada si después de financiar un disco, grabarlo y lanzarlo, el artista no tiene vías para desarrollarlo -porque un disco tiene mucha más vida que una simple grabación- y desarrollarse; prensa que dé cobertura mediática, nuevas generaciones educadas para concebir que la oferta es mucho mayor de lo que le cuentan, distribución especializada, mediadores, gestión de derechos, explotación adecuada de las canciones en TV, radio... Si todo esto no existe, y de momento no existe con suficiente pluralidad, la inversión irá a saco roto. Con todos los respetos para el artista, su talento no tiene nada que ver con esto. Lo realmente importante es construir una industria y un mercado estable para que ese talento pueda desarrollarse y no sea una mera anécdota que contar a los nietos. Ese cuento ya lleva

repitiéndose en España demasiadas décadas.



Estais en muchos lugares del planeta, ¿hay diferencias entre los diferentes mercados?
Hay muchísima diferencia. Todo lo que he comentado es referente a España, pero esa misma situación no tiene nada que ver en Reino Unido o Estados Unidos (estamos en Londres, NYC y LA). Pero bueno, hay quién dirá "ya, pero es que los anglosajones...", pero el caso es igual de aplicable por ejemplo a Puerto Rico o México. Cito esos dos ejemplos porque son los dos países donde más puertas se nos están abriendo al margen de España, junto con Estados Unidos e Inglaterra, para lanzar Plástica en papel. En el sentido creativo esa diferencia se multiplica por un número indefinido de veces; me refiero a eso, a el número de artistas. El talento no es cuantificable, pero no deja de chocar que en un país como Puerto Rico el número de propuestas más renovadoras es mucho mayor en proporción que el de España. Y pasa lo mismo en México o en Chile. En España prima una ola costumbrista -que en todos lados existe-, pero que es muy superior a la de otros países, cosa que buscamos cambiar desde la independencia pero tendiendo puentes con el mainstream y las grandes compañías.

Si pudierais, ¿qué es lo primero que os gustaría cambiar de cómo está el mundo musical actual?
No cambiaríamos nada. En cuanto a oferta todo es susceptible de mejorar pero está bien que exista de todo, es necesario. Lo que sí haríamos es quitar de en medio a todo aquel que a día de hoy toma las decisiones, porque las está tomando mal. Es como ese "run run" que corre por las calles españolas en estos tiempos, eso de que los políticos no nos representan sino que nos mal-representan. Pues algo así.



¿Qué personalidad del mundo político actual os gustaría que tuviera vuestra revista en su baño?
Nosotros es que somos muy reivindicativos y continuamente buscamos el cambio, por eso no tenemos ni idea de nombres de políticos, sino de repercusiones o soluciones. ¿Vosotros conocéis al profesor de música del Instituto de San Isidro o al médico de turno del Hospital de La Princesa? Por preferir, ya que todos los pagamos nosotros, prefiero que la revista la tenga el profesor, porque de médicos en Madrid pronto no quedará ni uno y políticos esperamos que de los de ahora tampoco.​





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