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¿Qué es lo que nos vamos a encontrar en este "A long Hereafter and Nothing Beyond"?
Os vais a encontrar con un disco con muy buenas canciones, lleno de detalles y en el que cada tema tiene un enfoque musical distinto y original. Os vais a encontrar con un cruce entre una bossa nova y el "Kid A", con un tema ultrapsicodélico con raíces tradicionales, con algunos destellos de electrónica experimental, con un poco de lounge al estilo de los Beach Boys, con algún tema cercano al jazz vocal, con guiños al mejor Nick Drake, con el hijo bastardo entre The Pop Group y los Beatles...
Más aún, os encontraréis con una voz bonita y original, con unas guitarras a veces delicadas, a veces rabiosas, con una batería magistral que no cae en el virtuosismo inane, con unas bases y atmósferas únicas e irrepetibles... ¿cuánto más se puede ensalzar tu propio disco sin caer mal?

¿Ha supuesto algún cambio en vuestra forma de trabajar la producción de este nuevo disco?

Han pasado cuatro años y medio desde que terminamos nuestro primer disco de estudio "Barely nice" hasta que acabamos con éste. A lo largo de este tiempo hemos ido aprendiendo mucho en todos los aspectos. Hemos mejorado nuestras aptitudes instrumentales y hemos cambiado nuestra manera de componer.
Cuando empezamos a grabar nuestro primer disco, en realidad no teníamos ni idea de cómo iba a ser todo el proceso. A la hora de enfrentarnos a nuestro segundo disco pudimos planificar y preparar mejor la grabación y la producción. Sin embargo, también hemos tomado decisiones erróneas en esta segunda experiencia, lo cual nos llevó a terminar mezclando el disco por nuestra cuenta, algo que no estaba planificado en primera instancia.
Al mezclar nuestro propio disco, el control sobre todo el proceso ha sido total, por lo que hemos podido hacerlo punto por punto a nuestra manera. Hemos tenido toda la facilidad para experimentar con los sonidos, probar todas las formas posibles y escoger diferentes opciones.
Si de algo podemos estar seguros y orgullosos es de poder presentar un disco que es 100% Al Berkowitz.
Antes casi todas las canciones partían de una idea muy sencilla, de un simple riff o de una secuencia de acordes básica. Luego el tema iba creciendo y complicándose en cada concierto o grabación. Prácticamente no teníamos una sola canción que pudiese interpretarse sólo con una guitarra y la voz. Al no tener confianza como cantantes era lo último que aparecía en la composición.
En este último disco, las armonías están más trabajadas y las voces tienen mucha más fuerza a la hora de conducir los temas. Gran parte de culpa lo tiene el ganar confianza con la voz, lo cual aporta mucha más solidez a las composiciones.
En cuanto a la producción, las guitarras han perdido algo de protagonismo en favor de otros ambientes, armonías vocales y percusiones. En "Barely nice", la mayoría de las texturas están constituidas por varias guitarras eléctricas entrelazadas sobre una base rítmica sencilla.
En "A long hareafter/Nothing beyond", prácticamente no hay dos líneas de guitarras definidas sonando al mismo tiempo.
Sin embargo, las bases son mucho más experimentales y atmosféricas, algo que hemos trabajado intensamente a base de decenas de capas de voces, guitarras, y percusiones transformadas y manipuladas de diversas maneras. Por ejemplo, los arreglos orquestales de "Farewell, my lady", son en realidad unas veinte guitarras armonizadas y procesadas por distintos efectos. En "Magical cynical" o "The Frenchman and the Rabbitman", por contra, el protagonismo lo tienen las voces y las percusiones.

Grabasteis en el estudio de Paco Loco pero decidisteis finalmente mezclar vosotros mismos el disco. ¿Cómo ha sido la experiencia?

La idea de mezclar con Paco Loco, con quien grabamos la mayor parte del disco, partió de nuestra inseguridad acerca de nuestra capacidad para hacerlo por nuestra cuenta y de no habernos documentado suficientemente sobre cómo sería el proceso de mezcla en su estudio.
Paco mezcla de forma muy eficaz con un sistema totalmente analógico y debo reconocer que hasta que no empezamos a mezclar con él no había entendido bien qué significaba realmente eso. En resumen, en la mezcla analógica no hay forma de retocar una versión anterior por lo que, una vez aprobada una mezcla, es imposible volver atrás.
Por la complejidad de nuestra producción, la gran cantidad de elementos y nuestra personalidad perfeccionista y ligeramente obsesiva, este tipo de mezcla resultó incompatible con nuestro material. Sin embargo, esto nos hizo comprender hasta que punto estábamos sobradamente preparados para acometer el proceso, por lo que la valoración general de la experiencia es muy positiva.​

Da la impresión de que vais un poco al margen de la escena rockera nacional, ¿sois unos chicos malos?

En realidad somos maravillosas personas y ciudadanos ejemplares. Hacemos la música que queremos hacer, tal y como nos gusta y apetece. Es lo bueno de no trabajar para un sello grande ni tener que pensar siempre en el público y la venta de discos. Lo malo es no ser rico.
En cuanto a la escena, nunca hemos tenido la sensación de encajar en una. No somos realmente un grupo de rock, pop, indie, jazz o folk. Estamos a medio camino entre todos ellos, lo cual también puede ser una ventaja a la hora de mover nuestra música.​

¿Cómo veis el panorama musical actual?, ¿hay alguna banda de la que os considereis fans?

En los últimos años la diversidad musical es enorme, hasta el punto en el que ya no hay modas predominantes ni un sonido reconocible. A día de hoy, están de moda los 60, los 70, el punk, la new wave, el grunge, la música disco... y sin embargo es difícil encontrar grupos o músicos que no aburran a la tercera canción.
Últimamente están saliendo muchas bandas psicodélicas interesantes de Australia y Nueva Zelanda y la escena indie-folk  americana tiene cosas buenas. Pero hay un grupo que está cien puntos por encima de cualquier otro y ha hecho el que es, para nosotros, sin ningún lugar a duda el mejor disco de los últimos diez años: Grizzly Bear y su "Veckatimest".​

Os gusta mucho el cine. Os hubiera gustado componer la banda sonora de...

"La última película", "Malas Tierras", "La noche del cazador"... la verdad es que es algo que nos apetece mucho y que espero que podamos hacer en los próximos años.
Incluso gratis (si la peli es buena).​



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Los malditos buscan su sitio en el mundo

Fotografía: Fernando Fernández Hevia

Tras el reciente estreno de su nuevo Lp es fácil pensar que si hubiera una lista de grupos "a tener en cuenta" que funcionen al margen de las tendencias, posiblemente Al Berkowitz (ya sin el "band" que les acompañaba) estarían en ella... aunque seguramente no, porque estos outsiders son tan escurridizos que en cuanto se les intenta encasillar se revuelven con esa actitud que les predestina, junto a la naturaleza de su obra, a convertirse irremediablemente en un objeto de culto. 

Pero esto no tiene que ser malo... puede que "Transformers 2" arrase en taquilla, pero la que acaba en nuestro disco duro es "Requiem por un sueño". 

El video

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