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Freedonia dieron un concierto el viernes pasado en la sala Tempo. Las entradas se agotaron días antes de la actuación, era uno de esos eventos en los que se podía intuir el buen cuerpo que tendríamos todos al salir del local.



El Tempo volvió a quedarse algo pequeño, tanto encima como debajo del escenario, pero esa falta de espacio no llegó a agobiar realmente ni a los músicos ni al público aquella noche. Los instrumentistas de la macrobanda perdieron algo de protagonismo por ese hacinamiento ya mencionado y quizá esto le restó algo de espectacularidad al show, aunque por otra parte hizo que se ganara en cercanía y calor humano. Y es que humanos había bastantes entre el público y el calor se encargaron de traerlo todos los componentes de Freedonia.



No muchas veces se palpa tan claramente la complicidad y buen avenimiento entre los miembros de un grupo, pero en este caso el buen rollo entre todos era notable (esto es una apreciación subjetiva, quizá se lleven a matar...).

Y gran parte de esto es responsabilidad de Aurora, la frontwoman. El gran descubrimiento de la noche.

Gran descubrimiento para mi, porque la mayoría de los allí presentes ya estaban de antemano rendidos a sus pies.

No es que la banda sea mala, ni mucho menos, pero es que Aurora es muy buena. De lo mejor que hay ahora entre los grupos emergentes. Su clase, inteligencia, saber estar, ironía, sentido del ritmo del espectáculo y, por supuesto, su capacidad vocal e interpretativa, le hace ganar irremediablemente terreno a la parte instrumental del equipo, que lo asume como un regalo y convive dulcemente con ello, sin egos alterados de por medio. Como debe ser.

Freedonia es una nueva constelación en la galaxia musical y tiene una estrella que brilla abrumadoramente.



Es un gusto ver como alguien lleva el soul muy dentro, de forma tan auténtica, y a la que ni la barrera del idioma le impide revisar continuamente los cánones y recursos del género con tanta credibilidad que hace que un "¿estáis pasándolo bien?" suene tan negro como un desgarrado "are you having fun tonight?". Ese salto del inglés al español, o del español al inglés, durante los momentos en los que la cantante se dirigía al público daban buena fe de que cuando uno tiene claro el sentimiento que está transmitiendo los envoltorios formales dejan de tener relevancia.



Desde el mismo comienzo del concierto, con guiño instrumental al premiado single "Heaven bells" incluido, Freedonia no dejaron de avivar el fuego de la cocina del soul preparando para ser bien servidas un gran número de recetas propias y algunas elaboraciones ajenas más clásicas. Revisaron su disco de debut y todo sonaba muy bien, hasta las versiones que nos mostraron llevaban su propio y sabroso aderezo. 



Es muy probable que la carrera de esta banda empiece a despegar a partir de este primer disco, (de hecho ya está sucediendo) y con actuaciones como la del pasado viernes confirman que todos los pasos que están dando poseen la firmeza suficiente como para preparar unos buenos cimientos para un edificio desde el que la gran Aurora García podrá encargarse, en lo más alto, de poner voz al soul nacional. ï»¿

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FREEDONIA - Sala Tempo 16/11/12

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